Monserrath Astudillo desentierra lo mejor (y lo peor) del amor con un show cargado de picardía y verdades que duelen… pero dan risa. Porque sí, el ex puede ser ese fantasma que aparece cuando ya estamos buenotas, el que nos cambió por “alguien mejor” (mejor… ¿según quién?) o el que nos dejó con cachos de edición limitada. Pero tranquila, aquí no venimos a sufrir, venimos a reírnos de todo, a brindar por lo que fue (y por lo que zafamos) y a celebrar que, si él es el cadáver… ¡nosotras estamos más vivas y deliciosas que nunca!